Una de las cosas que más nos fascinan de los caballitos de mar es su comportamiento reproductivo.
En estos animales es el macho el que se “embaraza”.
La hembra, luego de un complejo cortejo de apareamiento, deposita los huevos en una cavidad en el abdomen del macho, donde son fertilizados.
El caballito macho suministra oxígeno y nutrientes a su prole a través de una red capilar de la bolsa durante el desarrollo embrionario. Luego de un periodo de gestación que varía según la especie, el caballito padre realiza lo que parece un verdadero parto: se contorsiona y libera a las minúsculas crías a través de la abertura de la bolsa.
En el caso de Hippocampus patagonicus el tiempo de gestación es entre 20 y 23 días y el número de crías es de 300, aunque puede variar. Su talla máxima es entre 12 y 13 cm.